Tritón, una de las tantas lunas de Neptuno, es de los pocos satélites del Sistema Solar que se sepa que es geológicamente activo. Cuando la sonda Voyager 2 pasó cerca de éste, reveló imágenes que parecían mostrar géiseres de nitrógeno líquido. Esto cambió el totalmente el concepto clásico de vulcanismo porque hasta ese momento, se creía que los cuerpos gélidos no deberían estar geológicamente activos. Pero los géiseres de Tritón demostraron que para que haya actividad geológica sólo basta un medio fluido, ya sea roca fundida, agua o nitrógeno. Estos volcanes helados (las llamadas Plume) escupen nitrógeno líquido verticalmente, además de polvo o compuestos de metano, provenientes de debajo de la superficie y las humaredas alcanzan 8 km de altura.