Una de las metas más ambiciosas de la astronomía contemporánea es comprender la forma en que crecen y evolucionan las galaxias, siendo la formación estelar una tema clave: ¿qué determina el número de nuevas estrellas que se formarán en una galaxia?  Nuevas observaciones del telescopio ALMA en Chile, han entregado a los astrónomos la mejor visión obtenida hasta ahora sobre cómo la fuerte formación estelar puede arrancar el gas de una galaxia y dejar a las futuras generaciones de estrellas sin el combustible necesario para poder formarse y crecer. Estas impactantes imágenes revelan enormes chorros de gas molecular eyectados por las regiones de formación estelar en la Galaxia del Escultor.

La Galaxia del Escultor, también conocida como NGC 253, es una galaxia espiral situada en la constelación austral del Escultor (Sculptor). A una distancia de unos 11,5 millones de años luz de nuestro Sistema Solar, es uno de nuestros vecinos intergalácticos más próximos y la galaxia con estallido de formación estelar más cercana visible desde el hemisferio sur. Utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) los astrónomos han descubierto humeantes columnas de gas denso y frío huyendo desde el centro del disco galáctico.

Estos resultados pueden ayudar a explicar por qué los astrónomos han encontrado tan pocas galaxias altamente masivas en el cosmos. Los modelos por computador muestran que las galaxias más viejas y rojas deberían tener mucha más masa y más estrellas que lo que observamos actualmente. Pero, al parecer, los vientos galácticos o los escapes de gas son tan fuertes que privan a la galaxia del combustible necesario para la formación de la siguiente generación de estrellas. Según señala Alberto Bolatto, de la Universidad de Maryland (EE.UU) y autor principal del artículo de la investigación, «La cantidad de gas que medimos nos proporciona muestras evidentes de que algunas galaxias en crecimiento lanzan más gas del que absorben. Es posible que estemos viendo un ejemplo actual de algo muy común que ocurría en el universo temprano«.

Los investigadores determinaro  que enormes cantidades de gas molecular -cerca de diez veces la masa de nuestro Sol al año, o posiblemente mucho más- estaba siendo eyectado de la galaxia a velocidades de entre 150.000 y cerca de 1.000.000 de kilómetros por hora. La cantidad total de gas eyectado sumaría más gas que el que realmente se empleó en la formación de las estrellas de la galaxia en el mismo tiempo. A estos niveles, la galaxia podría quedarse sin gas en tan solo unos 60 millones de años.

Fabian Walter, uno de los coautores del estudio, señaló que «Para mí, este es un ejemplo excelente de cómo la nueva instrumentación da forma al futuro de la astronomía. Hemos estado estudiando la región de estallidos de formación estelar llamada NGC 253 y otras galaxias cercanas con estallidos de formación estelar durante casi diez años. Pero antes de ALMA, no había forma de ver este tipo de detalles.» Y considerando que el estudio utilizó una configuración inicial de ALMA con solo 16 antenas, Walter agregó que «¡Es emocionante pensar qué podrá mostrarnos ALMA de este tipo de fenómenos con su conjunto completo de 66 antenas!«

Más estudios con el conjunto completo de ALMA nos ayudarán a determinar el destino final del gas expulsado por el viento, lo que nos revelará si los vientos provocados por los estallidos de formación estelar reciclan el material que forma a las estrellas o si realmente se lo arrebatan al entorno.

Fuente: ESO

Imagen que revela la galaxia con estallido de formación estelar NGC 253, a través de los ojos de VISTA y ALMA

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