Se acerca el invierno para Opportunity. Y puede que este sea el último. Pese a los esfuerzos de la NASA, el todoterreno en Marte lleva siete meses sin dar señales de vida después de que una gigantesca tormenta de polvo lo obligara a sumirse en hibernación. Si no despierta en las próximas semanas, las bajas temperaturas del invierno marciano dañarán sus componentes electrónicos y se evaporarán las últimas esperanzas de reanudar la misión.

Opportunity envió su última señal el 10 de junio de 2018. Una tormenta de polvo que se gestó en mayo se extendió rápidamente por todo el planeta y oscureció el cielo sobre el Valle de la Perseverancia, donde se encuentra el todoterreno, cerca del ecuador marciano en el hemisferio sur. Así, lo dejó sin su única fuente de energía: la luz solar.

La tormenta amainó a lo largo de agosto y septiembre. En octubre, el tiempo en Marte ya era el normal para la época del año. Sin embargo, pudo quedar polvo depositado sobre los paneles solares que impidiese a Opportunity recargar sus baterías. Desde el fin de la tormenta, los responsables de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, en Pasadena (EE.UU.), llevan más de 600 intentos de ponerse en contacto con el todoterreno, según informa un comunicado de la NASA.

“Aunque no hayamos tenido respuesta y la probabilidad de que la tengamos disminuya cada día, planeamos continuar probando toda solución lógica que nos pueda volver a poner en contacto con él”, declara en dicho comunicado John Callas, coordinador del proyecto de Opportunity en el Laboratorio de Propulsión a Reacción.

Los responsables de la misión confiaban en que la temporada de vientos que se esperaba entre noviembre de 2018 y este enero limpiaría los paneles solares de Opportunity. Pero no ha habido suerte. El pasado viernes pusieron en marcha una nueva estrategia de comunicación para sortear posibles errores que se hayan producido en el todoterreno, por ejemplo, por agotamiento de sus baterías.

Opportunity y su gemelo Spirit llegaron a Marte hace 15 años –el 25 de enero de 2004–. Inicialmente se preveía que la misión durase solo 90 días, pero ambos superaron sobradamente las expectativas. Spirit aguantó hasta 2010, cuando el invierno marciano acabó con él tras quedar encallado en suelo demasiado blando. Opportunity ha explorado más de 45 kilómetros de la superficie de Marte y los datos recabados por ambos han desvelado que Marte fue en el pasado un mundo húmedo, cálido y habitable para la vida tal y como la conocemos en la Tierra.

Más de 5.000 días después de su llegada al planeta rojo, se agota el tiempo para Opportunity. Si no responde pronto a las llamadas desde la Tierra, una vez terminada la temporada de vientos las probabilidades de que despierte antes del invierno serán ínfimas. Sin energía, no podrá encender los calefactores que mantienen a salvo sus componentes electrónicos y el frío los inutilizará. En las próximas semanas, la NASA deberá decidir si sigue intentando despertar al todoterreno o si da al fin su misión por concluida.

Fuente: lavanguardia.com

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