Cuando un rayo cae en la arena, puede producir vidrio. Así es, cuando un rayo cae en arena de cuarzo o sílice, la temperatura puede fácilmente alcanzar los 1.800 Cº y derretir los granos, los que se fusionan en tubos que penetran la tierra, extendiéndose por varios metros, siguiendo el camino del rayo. Esos tubos se llaman «fulguritas» y, aunque su superficie es áspera porque se les pegan granos de arena, adentro son lisos y vidriosos.