La NASA ha preseleccionado esta semana cuatro candidatos para convertirse en la próxima misión de su programa Discovery, una iniciativa de misiones de presupuesto moderado encaminadas a objetivos científicos concretos. Los cuatro candidatos están diseñados para visitar lugares poco conocidos y repletos de misterios.

Dos de las misiones están pensadas para visitar Venus, un planeta que se dejó de explorar intensamente en los años ochenta, y las otras tienen como objetivo dos lunas gélidas en las órbitas de Júpiter y Urano.

«Estas misiones tienen el potencial de transformar nuestra comprensión de algunos de los mundos más activos y complejos del sistema solar», ha dicho en un comunicado Thomas Zurbuchen, Administrador Asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. «Explorar cualquiera de estos objetos celestes nos ayudará a desvelar los secretos de cómo llegaron a formar parte del cosmos».

Dos de estos candidatos recibirán luz verde para volar el año que viene. Por el momento, cada una ha recibido una asignación de tres millones de dólares para desarrollar y perfeccionar los proyectos, que culminarán en un «Informe de Estudio de Concepto», el que será clave tanto en el valor de los descubrimientos científicos que podrán conseguir, como en la facilidad de las operaciones necesarias para conseguirlos.

Ío, una luna de Júpiter que es el objeto con más volcanes activos de todo el sistema solar

Dos misiones a Venus

Una de las propuestas es DAVINCI+ (Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble gases, Chemistry, and Imaging Plus), una misión que contempla hacer descender una cápsula hasta la tórrida superficie de Venus, en la que se alcanzan temperaturas de hasta 400ºC, suficientes para fundir el plomo. Al mismo tiempo, una nave orbitadora tomará imágenes en alta resolución.

La propuesta que compite con DAVINCI+ es VERITAS (Venus Emissivity, Radio Science, InSAR, Topography, and Spectroscopy). Ésta trazará un mapa topográfico global de Venus con una resolución de 250 metros y además buscará señales de vulcanismo y de movimientos tectónicos recientes.

Tritón tiene una temperatura de -235ºC y es uno de los lugares más fríos del sistema solar

Otras dos a las lunas gélidas

Si VERITAS y DAVINCI están pensadas para visitar un mundo de temperaturas infernales y con un efecto de calentamiento global exacerbado como es Venus, las otras dos misiones explorarán el sistema solar exterior, sometido a unas temperaturas gélidas.

La primera de ellas es IVO. Su objetivo es explorar Ío, una luna de Júpiter que es el objeto con más volcanes activos de todo el sistema solar. Este mundo, torturado por las intensas fuerzas de marea de Júpiter, está formado por rocas sulfurosas, por lo que es realmente un infierno. Pero uno muy interesante para los geólogos planetarios. La misión IVO estudiará cómo las fuerzas de marea le dan forma a los cuerpos planetarios y si existen océanos de magma en su interior. Todo esto será muy importante para comprender la formación y evolución de los exoplanetas rocosos y las lunas con océanos helados del sistema solar. Sin embargo, la gravedad de Júpiter es tan enorme, que IVO solo podría hacer varios sobrevuelos de la luna y no podrá ponerse en su órbita.

La última de las cuatro misiones candidatas es Trident, una sonda que pretende visitar Tritón, una luna recubierta de metano y escarcha de nitrógeno en la órbita de Neptuno. Con una temperatura de -235ºC es uno de los lugares más fríos del sistema solar y se sospecha que es un objeto del cinturón de Kuiper capturado por la gravedad del gigantesco planeta gaseoso. Además, parece ser que tiene géiseres de nitrógeno gaseoso y polvo que alcanzan los ocho kilómetros de altura y tiene potencial para albergar un océano interior y materia orgánica en su supeficie. La Trident solo haría un sobrevuelo de esta luna.

Fuente: abc.es

 

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