La NASA anunció dos nuevas misiones a nuestro vecino más cercano en el sistema solar, Venus. El objetivo principal es comprender cómo este planeta se transformó en un «mundo infernal» a pesar de tener otras características similares a la Tierra. Los científicos creen que Venus pudo haber tenido en el pasado un océano y un clima similar al terrestre.

Las dos misiones fueron seleccionadas en el marco de la novena ronda de competencias del programa Discovery de la NASA, que en 2019 lanzó un nuevo llamado a propuestas y desde 1992 ha impulsado el desarrollo más de 20 misiones e instrumentos. Ambas misiones a Venus recibirán un financiamiento inicial de US$500 millones cada una para su desarrollo y serán lanzadas entre 2028 y 2030. Se trata de «una oportunidad de investigar un planeta que no hemos visitado en más de 30 años», señaló el administrador de la NASA, Bill Nelson, al anunciar las misiones durante su primer discurso sobre el «Estado de la NASA» desde que asumió su cargo en mayo de este año.

La última sonda de Estados Unidos en llegar a Venus fue Magallanes, que orbitó el planeta en 1990. Otras sondas de Europa y Japón han orbitado el planeta desde entonces.

Bill Nelson durante su discurso sobre el "Estado de la NASA"
El nuevo administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció las misiones a Venus durante su primer discurso sobre el «Estado de la NASA».

«Estas dos misiones tienen como meta comprender cómo Venus se transformó en un mundo que es como un infierno, con una temperatura en su superficie que puede derretir el plomo», señaló Nelson. Venus es el planeta más caliente de nuestro sistema solar, a pesar de que es el segundo en distancia desde el Sol, luego de Mercurio. La temperatura en la superficie de Venus es de cerca de 500 grados centígrados.

En que consistirán las misiones

Una de las misiones se denomina Davinci+, acrónimo en inglés de Investigación de la Atmósfera Profunda de Gases Nobles, Química e Imagenología de Venus. Davinci+ realizará mediciones en la atmósfera del planeta para comprender cómo se formó y evolucionó, e intentará dilucidar si Venus tuvo un océano en el pasado. Se espera que la misión envíe, además, las primeras imágenes de alta resolución de formaciones geológicas conocidas como «tesserae». Los científicos creen que estas formaciones tendrían similitudes a los continentes terrestres, e indicarían que Venus también tuvo placas tectónicas.

James Garvin, del Centro Goddard de Vuelo Espacial en Greenbelt, Maryland, es el investigador principal de la misión.

Imagen generada por computadora de Sapas Mons, uno de los volcanes de Venus.
Imagen generada por computadora de Sapas Mons, uno de los volcanes de Venus.

La segunda misión es Veritas, acrónimo en inglés de Emisividad, Ciencia de Radio, InSAR, Topografía y Espectroscopía de Venus. Veritas mapeará la superficie del planeta para comprender su historia geológica y por qué evolucionó en forma tan diferente a la Tierra. La misión utilizará un radar para cartografiar las elevaciones en la superficie y descubrir si Venus aún tiene terremotos y volcanes activos. Suzanne Smrekar, del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, JPL, en California, es la investigadora principal de Veritas.

Algunos instrumentos serán aportados por el Centro Aeroespacial Alemán, la Agencia Espacial Italiana y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.

Imagen durante la noche de Venus brillante junto a la Luna creciente
Venus, nuestro vecino planetario más cercano, junto a la Luna creciente.

«Metas profundas»

«Es sorprendente cuán poco sabemos sobre Venus. Pero la combinación de los resultados de estas misiones nos informarán sobre el planeta desde sus nubes en el cielo y sus volcanes en la superficie hasta el mismo núcleo del planeta», afirmó Tom Wagner, de la División de Ciencia Planetaria de la NASA.

Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA, señaló por su parte: «Usaremos tecnología de punta desarrollada por la NASA y refinada en muchos años de misiones y programas de tecnología. Estamos dando inicio a una nueva década de Venus para comprender cómo un planeta similar a la Tierra se transformó en un invernáculo». «Nuestras metas son profundas. No se trata solo de entender la evolución de los planetas de nuestro propio sistema solar y su habitabilidad, sino de ir más allá hasta el estudio de exoplanetas, un área de investigación emergente y emocionante de la NASA.»

Dos imágenes de Venus envuelta en nubes blanquecinas y amarillentas
La NASA publicó en 2020 estas imágenes de Venus envuelta en nubes, obtenidas al procesar con nuevos softwares datos de la misión Mariner 10 de 1974.

Si bien en las últimas décadas las misiones a Marte han dominado el presupuesto de la NASA, recientemente eso está cambiando. Durante mucho tiempo algunos pensaron que Venus era un planeta ‘muerto’, pero ahora muchos científicos creen que podría tener actividad geológica. Y podría haber albergado océanos durante más de mil millones de años en el pasado. Existe incluso una región en la atmósfera densa del planeta en la que podría haber persistido vida microbiana, flotando entre las nubes. Para los científicos que han dedicado sus carreras a estudiar Venus, el anuncio de las nuevas misiones es un motivo de júbilo.

Fuente: bbc mundo

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