Parecen una gaviota y un pato, pero no son las únicas nubes cósmicas que evocan imágenes de vuelo. Ambas aletean en este amplio paisaje celeste que abarca casi 7 grados en el firmamento nocturno de la Tierra en la constelación Canis Major. La extensa Gaviota (arriba en el centro) está formada por dos grandes nebulosas de emisión catalogadas. La más brillante, NGC 2327 conforma la cabeza y la más difusa IC 2177 las alas y el cuerpo. La envergadura de la Gaviota correspondería a unos 250 años luz a la distancia estimada de la nebulosa de 3.800 años luz. En la parte inferior derecha, el Pato parece mucho más compacto y abarca tan sólo 50 años luz a la distancia estimada de 15.000 años luz. Hinchada por vientos energéticos procedentes de una estrella muy masiva y caliente que hay cerca de su centro, la nebulosa del Pato está catalogada como NGC 2359. El cuerpo grueso del Pato y los apéndices alados también le dan un alias más teatral: el Casco de Thor.

Crédito de la imagen: Raul Villaverde Fraile

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