Aunque Copérnico es famoso por haber publicado el modelo heliocéntrico (en 1543), lo cierto es que la idea de que los cielos giran alrededor del Sol fue sugerida por los filósofos de la Grecia antigua, en el año 270 a.C. Aristarco de Samos fue uno de los que transmitió este tipo de hipótesis en sus escritos; luego de calcuar los tamaños relativos de la Tierra y el Sol, se dio cuenta de que el Sol era mucho mayor y, por lo tanto, tenía mucho más sentido que se moviera la Tierra, que era mucho más pequeña, a que lo hiciera el Sol.