A veces el cielo y la Tierra entran en erupción. Hace unos años aparecieron inesperadamente unas auroras de todos los colores: unas verdes cerca del horizonte y unas rojas muy por encima. La Luna iluminaba el primer plano de esta pintoresca escena, mientras a lo lejos se podían ver un grupo de estrellas conocidas. Un cuidadoso astrofotógrafo hizo esta composición en la zona del géiser White Dome, en el Parque Nacional de Yellowstone (EEUU). Poco después de la medianoche, el White Dome entró en erupción y pulverizó una corriente de agua y de vapor lanzándolo al aire muchos metros arriba. Unos kilómetros más abajo, el magma hirviente calentaba el agua del géiser que se convertía en vapor y se elevaba a la superficie a través de las grietas de la roca. Aproximadamente la mitad de todos los géiseres conocidos se producen en el Parque Nacional de Yellowstone. Aunque la tormenta geomagnética que creó estas auroras ha disminuido desde entonces, las erupciones del White Dome continúan produciéndose cada 30 minutos.
Crédito de la imagen: Robert Howell