Un equipo de astrónomos del Observatorio Austral Europeo (ESO) detectó, por primera vez, azúcar alrededor de una estrella joven. Usando el radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, los científicos lograron captar la presencia de moléculas de glicolaldehído en el gas que rodea la joven estrella binaria IRAS 16293-2422, la que tiene una masa similar a la del Sol y que se ubica a 400 años luz de la Tierra.
El glicolaldehído es un azúcar simple que no es muy distinto al que ponemos en el café. Según Jes Jørgensen, autor principal del estudio, «esta molécula es uno de los ingredientes en la formación del ácido ribonucleico (ARN) que, al igual que el ADN (con el que está relacionado), es uno de los ingredientes fundamentales para la vida». Y agregó que lo que es realmente fascinante de estos hallazgos es que las observaciones realizadas revelan que las moléculas de azúcar están cayendo en dirección a uno de los planetas del sistema; además, las moléculas no sólo se encuentran en el lugar indicado para encotnrar su camino hacia un planeta, sino que además también van en la dirección correcta.
Si bien ya se había divisado anteriormente este azúcar en el espacio interestelar, es la primera vez que se localiza tan cerca de una estrella de este tipo, a distancias que equivalen a la que separa a Urano del Sol.
Con esto se plantea la gran interrogante de cuán complejas pueden llegar a ser estas moléculas antes de que se incorporen a nuevos planetas, lo que podría darnos una idea respecto a la forma en la que la vida pudieses originarse en otras partes.
Fuente: ABC.es