Una fuerte tormenta de arena en Marte obligó al todoterreno Opportunity de la NASA a cortar las comunicaciones con la Tierra y apagar todos sus sistemas excepto el reloj de la misión. Es la primera vez en sus quince años de exploración que el robot se enfrenta a esta situación. “El equipo de la misión está muy preocupado”, declaró en teleconferencia de prensa John Callas, coordinador del proyecto Opportunity del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL por sus siglas en inglés) de la NASA en Pasadena (Estados Unidos).

Los primeros signos de la tormenta los detectó el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA el pasado 30 de mayo. Tras originarse en el hemisferio Norte, se agrandó rápidamente y en cuatro días alcanzó el valle de la Perseverancia, cerca del Ecuador marciano, donde se encuentra Opportunity. El todoterreno vió oscurecerse el cielo hasta un nivel de récord el pasado domingo 10 de junio. Ya que su principal fuente de energía es el sol, John Callas decidió declarar la situación como “emergencia para la nave”.

“Ahora mismo el cielo está completamente negro en Marte”, ha afirmado Callas. La tormenta, con vientos de 100 kilómetros por hora, cubre ya un cuarto del planeta, un área equivalente a toda la superficie continental de la Tierra. “No sabemos cuánto va a durar. Las tormentas normales suelen durar semanas; las más grandes, meses”, ha declarado Rich Zurek, director científico del departamento de exploración de Marte de la del JPL.

Simulación de cómo ha evolucionado la visibilidad en el valle de la Perseverancia, donde se encuentra Opportunity (NASA/JPL-Caltech/TAMU)

Al percibir la falta de energía, Opportunity se ha sumido en un estado de hibernación, en el que ha apagado todos sus sistemas excepto el reloj de la misión, que le ayudará a despertar cuando vuelva a salir el sol. El 10 de junio fue el último día que la NASA tuvo noticias suyas.

“Nuestra principal preocupación ahora es la temperatura”, ha informado Callas. Si baja por debajo de los 40 grados centígrados bajo cero, los circuitos electrónicos de Opportunity podrían sufrir daños. Con todos los sistemas apagados, incluido el calefactor, el todoterreno depende casi en exclusiva de la temperatura ambiente. “La parte positiva es que la tormenta ha aumentado la temperatura. Y nos acercamos al verano marciano”, ha añadido John Callas. Los responsables de la misión prevén que la temperatura de Opportunity no baje de los 36 grados, así que esperan que el todoterreno sobreviva sin problemas al percance.

La única complicación sería que la tormenta ganase intensidad y bloquease en mayor medida la luz solar. En estas condiciones el reloj de la misión dejaría de funcionar, por lo que a Opportunity le costaría más tiempo volver a despertar una vez pasada la tormenta.

No obstante, la NASA destaca el lado positivo de la situación. “Es una oportunidad sin precedentes para aprender más sobre Marte”, ha afirmado Jim Watzin director del programa de exploración de Marte de la NASA. “Tenemos una cifra récord de naves observando Marte”. Los datos reunidos por los orbitadores de la NASA, así como por el todoterreno Curiosity –para el que la tormenta no supone ningún contratiempo, ya que lo propulsa energía nuclear–, podrían ayudar a comprender mejor las tormentas marcianas, que con los datos actuales no se pueden predecir.

Imágenes captadas por el todoterreno Curiosity de la NASA en el cráter de Gale, al que también ha alcanzado la tormenta, el 7 de junio (izquierda) y el 10 de junio (derecha) (NASA/JPL-Caltech/MSSS)

“Necesitamos entender estas tormentas hasta el punto en que podamos predecirlas. No queremos tener una tripulación de astronautas operando de forma remota a los que pille por sorpresa una tormenta y tengan dificultades para regresar a la base”, ha recalcado Watzin.

Opportunity lleva quince años explorando la superficie de Marte, cuando la NASA lo diseñó para una misión de solo 90 días. “El vehículo está en un estado de salud remarcablemente bueno”, ha destacado Callas. En estos momentos, se encuentra explorando el valle de la Perseverancia, un accidente geográfico que pudo haber sido generado en el pasado por un río de agua. Por otra parte, la NASA espera que la tormenta de arena haya desaparecido para cuando deba aterrizar en Marte InSight, el nuevo lander que investigará el interior del planeta rojo, el próximo noviembre.

Fuente: lavanguardia.com

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