El Sol es una estrella que nos parece grande y brillante por su proximidad, pero la mayoría de las estrellas están demasiado lejos para mostrarse como algo más que puntos de luz, incluso en los telescopios más potentes. Sin embargo, sabemos bastante de ellas; por ejemplo, su diversidad de tamaños, y que al menos la mitad están formadas por dos o más estrellas unidas en un abrazo gravitacional.

¿QUÉ ES UNA ESTRELLA?

Es una gran masa de hidrógeno, helio y otros elementos en menor proporción, todos en forma gaseosa. Mientras que la gravedad atrae a estos materiales hacia adentro, la presión de los gases calientes los empuja hacia afuera, de lo que resulta un equilibrio estable. La fuente de energía de la estrella radica en su núcleo, donde millones de toneladas de hidrógeno se funden cada segundo y forman helio. Aunque este proceso lleva repitiéndose en el Sol durante casi cinco millardos de años, sólo se ha consumido un pequeño porcentaje de su caudal de hidrógeno; se encuentra en la flor de la vida, en la fase de secuencia principal.

CLASES DE ESTRELLAS

De secuencia principal: A principios del siglo XX, dos astrónomos intentaron explicar la multiplicidad de estrellas. El holandés Ejnar Hertzsprung y el estadounidense Henry Norris Russell diseñaron el diagrama Hertzsprung-Russell (HR) contrastando la temperatura de la superficie estelar con su luminosidad y considerando su distancia hasta la Tierra. A la mayoría de las estrellas, incluido el Sol, que aparecen nítidamente en una banda del diagrama llamada secuencia principal, se las considera enanas, aunque algunas son veinte veces mayores que el Sol y 20.000 veces más brillantes.

Enanas rojas: En el extremo más pálido de la secuencia principal están las más comunes, las enanas rojas, que, siendo más pequeñas que el Sol, dosifican meticulosamente el combustible para prolongar su vida decenas de millardos de años. Si pudiéramos verlas todas, el cielo estaría cuajado de estrellas, al igual que el sector inferior derecho del diagrama HR, pero son tan débiles que sólo podemos observar las más cercanas, como Proxima Centauri, la más inmediata a la Tierra.

Enanas blancas: Más pequeñas que las enanas rojas, generalmente rondan el tamaño de la Tierra, pero con la masa del Sol, lo que supone que un volumen de enanas blancas del tamaño de, por ejemplo, un libro, tendría una masa de… ¡10.000 toneladas, aproximadamente! Su posición en el diagrama HR se marca con bastante diferencia de la de las enanas. Son «estrellas» cuyos fuegos nucleares se han apagado.

Gigantes rojas: Después de las estrellas de secuencia principal, las más comunes son las gigantes rojas. Con una temperatura de superficie similar a la de las enanas rojas, son considerablemente mayores y más brillantes, lo que las sitúa por encima de la secuencia principal en el diagrama HR. Estos monstruos tienen una masa similar a la del Sol, pero si cambiasen su posición con él, sus atmósferas envolverían los planetas interiores del Sistema Solar. Aunque la mayoría son de color naranja, la estrella R Leporis, en la constelación de la Liebre, es de un rojo tan intenso que algunos han asemejarla a una gota de sangre.

Supergigantes: En la parte superior del diagrama HR están las estrellas más grandes -y escasas-, conocidas como supergigantes. Betelgeuse, en el hombro de Orión, tiene alrededor de mil millones de kilómetros de ancho, y Rigel, otra de las luminarias de Orión, de color azul, es una de las estrellas supergigantes más brillantes de las que podemos observar a simple vista. Apenas una décima parte del tamaño de Betelgeuse centuplica el tamaño de nuestro Sol.

Diagrama de Hertzsprung Russell: Presenta los grupos básicas de estrellas junto a una indicación de su color y su tamaño relativo. Los números relativos de elementos de cada parte del diagrama no están representados con exactitud. La mayoría de las estrellas se ubican en la secuencia principal, extendiéndose desde el extremo superior izquierdo hasta el inferior derecho con números crecientes hacia el extremo rojo pálido. Por encima de la secuencia principal hay muchas gigantes, como Aldebarán y escasas supergigantes. Minúsculas enanas blancas se extienden a lo largo de la base.

Fuente: Observar el cielo

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