Mantenerse en posición vertical en la Tierra es bastante fácil para todo el mundo, a menos que uno sea una guagua, tenga una grave dolencia o esté mareado, gracias a esa fuerza invisible llamada gravedad, pero en otros mundos la atracción que el suelo ejerce sobre los objetos es bastante diferente. Numerosos documentos de la NASA muestran las dificultades de los astronautas de las misiones Apolo que tuvieron la oportunidad de caminar sobre la superficie lunar. Parecen videos humorísticos: trompazos, caídas y traspiés propios de individuos bajo los efectos del alcohol. Dominar los movimientos en un lugar donde la gravedad es mucho menor que en la Tierra no es fácil, por mucho que uno haya recibido un entrenamiento de elite.

Un equipo internacional de investigadores dirigido por profesores de la Universidad de York quiso conocer cuáles son las razones exactas de esas torpezas tan cómicas. Según su investigación, publicada en la revista PLoS ONE, la razón puede deberse a que la gravedad de la Luna no es suficiente para proporcionar a los astronautas información inequívoca sobre algo tan básico como qué es «arriba» y qué es «abajo». Pero esto no se queda en un chiste.

«La percepción de la orientación relativa de uno mismo y el mundo no sólo es importante para mantener el equilibrio, sino también para muchos otros aspectos de la percepción, incluyendo el reconocimiento de rostros y objetos y la predicción de cómo los objetos se van a comportar en caso de caerse o ser arrojados», explica Laurence Harris, uno de los responsables del estudio. «Malinterpretar qué está arriba puede dar lugar a errores de percepción y amenazar el equilibrio si una persona utiliza un punto de referencia incorrecta para estabilizarse».

Utilizando una centrifugadora de brazo corto proporcionada por la Agencia Espacial Europea (ESA), el equipo internacional simuló campos gravitacionales y utilizó una prueba perceptual creada por ellos mismos para medir hasta qué punto la gravedad determina la percepción de lo que está arriba. El equipo descubrió que el nivel de umbral de gravedad necesario para influir en la orientación de una persona fue aproximadamente el 15% del nivel encontrado en la Tierra, es decir, muy similar a la de la Luna.

El equipo también observó que la gravedad marciana, el 38% de la de la Tierra, debería ser suficiente para que los astronautas se orienten y mantengan el equilibrio en las futuras misiones tripuladas al Planeta rojo. Es decir, en Marte los astronautas parecerán más estables.

«Si el cerebro no siente la suficiente gravedad para determinar qué camino es hacia arriba, los astronautas pueden desorientarse, lo que puede dar lugar a errores como apagar interruptores de la manera incorrecta o moverse en la dirección equivocada en una emergencia» dice Michael Jenkin, coautor del artículo. «Por lo tanto, es crucial entender cómo se establece la dirección de arriba antes de viajar a ambientes con niveles de gravedad diferentes al de la Tierra».

Basta ver la película «Gravedad» para darse cuenta de la importancia y la dificultad de la orientación cuando el cuerpo gira de forma descontrolada en el espacio, donde no hay gravedad.

Fuente: ABC.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *