Aparte de Mercurio y Venus, todos los demás planetas del sistema solar tienen una o más lunas. Muchos poetas se han inspirado en la belleza de nuestra propia Luna, pero imáginate cómo sería si tuviéramos 30, 50 o más satélites, así como Saturno y Júpiter. Las lunas pueden formarse de 3 maneras: in situ, después de crecer a partir de un disco de gas y escombros alrededor de un planeta; capturando un asteroide que pase cerca; o desbastarse del planeta a causa de un impacto violento con otro cuerpo. Se cree que una colisión de ese tipo puede haber sido el origen de nuestra Luna.

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