Aunque parezca difícil imaginarlo, la vida en la Tierra empezó muy poco después de que se formara el planeta, hace 4.500 millones de años. Los estromatolitos fósiles, que son unos montículos con láminas orgánicos, muestran que las cianobacterias existían ya hace 3.000 millones de años. La fotosíntesis, el proceso químico que usa la luz del Sol para convertir elementos químicos en energía, también estaba en marcha para ese entonces. Las rocas más viejas que se conocen, identificadas en Groenlandia, tienen una antigüedad de 3.850 millones de años. Por lo tanto, la vida empezó en un pequeño marco.

En la imagen, estromatolitos fósiles en Shark Bay, Australia.

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