Las leyes de Kepler nos enseñaron a predecir el movimiento de los planetas en torno a sus estrellas. Gracias a este genial astrónomo y matemático alemán, hoy sabemos que la velocidad de traslación de la Tierra varía según estamos más o menos cerca del Sol. Porque nuestro planeta gira alrededor del Sol, describiendo una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros, a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora, lo que supone recorrer la distancia en 365 días y casi 6 horas, de ahí que cada cuatro años se cuente uno bisiesto.

Pero este martes, concretamente a las 07.52 hora española, nuestro planeta pasará por el perihelio -o punto más próximo a nuestra estrella, a unos 147 millones de kilómetros-, acelerándose su viaje hasta los 110.700 kilómetros por hora, acelerando 3.420 kilómetros por hora sobre la velocidad media.

Por el contrario, el próximo 4 de julio la Tierra pasará por su afelio -la distancia más lejana del Sol en su órbita-, lo que le alejará a unos 5 millones de kilómetros más, lo que provocará que su velocidad se reduzca hasta los 103.536 kilómetros por hora, más de 7.000 kilómetros por hora de diferencia.

Porque Kepler se dio cuenta de que la línea que conecta a los planetas y al Sol abarca igual área en igual lapso de tiempo. Esto significa que cuando los planetas están cerca del Sol en su órbita, se mueven más rápidamente que cuando están más lejos. Así, la velocidad orbital de un planeta será menor a mayor distancia del Sol y, a distancias menores la velocidad orbital será mayor.

Fuente: abc.es

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