Recientemente la NASA reveló que EE.UU pretende atrapar un pequeño asteroide y acercarlo a la Tierra, según anunció el director de la institución, Charles Bolden. Afirmó que están desarrollando una misión pionera para identificar, capturar y recolocar un asteroide. El presupuesto de 2014 de la NASA incluye una partida para financiar la primera fase de este ambicioso plan, que consiste en seleccionar la roca. Para el 2019 está previsto que la misión acerque robóticamente a un asteoride, colocándolo en una órbita estable próxima a la Luna. Dos años después, cuatro astronautas se dirigirían a esta roca en la cápsula «Orion» (la que actualmente se encuentra en desarrollo), para explorarlo y ensayar distintas tecnologías. La idea es atrapar una roca pequeña, de unos 7 metros de diámetro y unas 500 toneladas de peso, para que en caso de que llegase a dirigirse a la Tierra, no exista peligro de impacto, ya que se desintegraría al entrar en contacto con la atmósfera. Al volver a la Tierra, los astronautas traerían muestras del asteoride consigo.

Pero hay quienes cuestionan los beneficios de un plan tan ambicioso y caro. Miguel Belló, director general de la empresa aeroespacial española Elecnor Deimos, considera que el plan de la NASA «es muy complejo técnicamente y tiene un coste muy alto para los beneficios que podría tener». Además, admite que este plan los pilló por sorpresa, ya que no estaba incluido en los proyectos de cooperación internacional. Agregó que «nosotros no lo vemos tan claro como la NASA. No entendemos bien el concepto ni el objeto científico de una misión tan cara. Probablemente nos falta información». Y es que el reducido tamaño de la roca imposibilitaría, según Belló, que puedan ensayarse técnicas de aterrizaje, por lo que no cree que resulte muy útil para preparar futuras misiones a otros objetos celestes, ya sea a un asteroide mayor o a Marte. También considera que el pequeño tamaño del asteroide impediría que la misión sirva para probar tecnologías para desviar asteroides que puedan ser una amenaza para la Tierra por el riesgo de impacto, un campo en el que su empresa trabaja hace años.  Sin embargo, Belló sí cree que esta nueva misión de la NASA podría ser útil para probar tecnologías de cara a la futura minería de asteroides, un área en el que algunas empresas han empezado a mostrar interés por averiguar si efectivamente sería viable. De todos modos, «esta misión será útil para hacer ciencia básica y profundizar en el conocimiento de los asteroides, estudiando su cohesión interna y su estructura».

Fuente: Elmundo.es

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