por Néstor Espinoza*

Más de alguno se habrá preguntado alguna vez si somos los únicos seres humanos en el Universo. Muchas veces, la respuesta sale prácticamente sola: “vivimos en una estrella, de billones en la galaxia. Por lo demás, existen cientos de billones de galaxias en el universo… ¡definitivamente no!”. Bueno… ¿cuán cierto es eso?

Un estudio probabilístico más o menos reciente [1] dice que, si tomamos en cuenta las condiciones exactas en las cuales se formó la vida en la Tierra (donde ésta se desarrolló relativamente rápido con respecto a la formación del planeta), la probabilidad es más o menos baja de encontrar un planeta exactamente como la Tierra en el Universo. Pero… ¿por qué?

Si bien lo anterior puede sonar contradictorio con nuestra intuición, debemos considerar qué es lo que nos lleva a pensar que la vida en el Universo debiese ser común (algo un poco contrario a lo que plantea el estudio). Quizás el punto más importante está en que hay que definir que el hecho de que un planeta sea habitable no quiere decir que haya vida. Esto es análogo a cuando decimos que una persona “tiene potencial”: esto no quiere decir que la persona vaya a surgir en aquello que se dice tiene potencial, pues esto requiere de un montón de condiciones más (una educación decente, condiciones de vida, lugar para desarrollar dicho potencial, motivación, etc.) que no necesariamente son fáciles de obtener, pues están unas ligadas a otras (tal vez algunas personas no reciben una educación adecuada, pero su motivación es más alta de lo normal, etc.). En otras palabras, el argumento de que “como la Tierra tiene vida y está en una galaxia, entonces debe haber vida en otras galaxias” está sezgado, lo que es similar al argumento de que “si una persona surgió en un grupo dado, entonces es probable que de todos los grupos surja al menos una persona”, pues dicha persona que surgió tuvo una serie de sucesos en su vida que la hizo desarrollar su potencial, lo que depende mucho de las condiciones iniciales y evolutivas del grupo.

Si bien alguien podría argumentar que dos individuos pueden desarrollar sus potenciales en distintas etapas de su vida, debo aclarar que estoy pensando en la probabilidad de que dos sujetos surjan exactamente de la misma manera (por que en el caso de buscar vida como en la Tierra, es la única forma que conocemos en la que nacen los seres humanos). En otras palabras, estoy pensando en el argumento que he escuchado de algunas personas refiriéndose a su propia experiencia de vida para validar el “cualquiera puede hacerlo”: usualmente necesitamos más de un caso para poder creer en un argumento de ese estilo. Esto es justamente lo que se está intentando hacer hoy en día en el área de Planetas Extrasolares en Astronomía y la Astrobiología: tratar de encontrar signos de vida en planetas que orbiten otras estrellas para poder tener más casos de comparación y ver cómo se comportan distintas variables, lo que se puede comparar con los sistemas educativos, económicos, etc. de una población para poder ver “cuál es la mejor manera de hacer surgir un país/ciudad/población”.

Así que, aunque no lo parezca, la astrofísica está muy unida a los estudios realizados en ciencias sociales. Sin embargo, cabe destacar que en astrofísica es bastante más fácil: el ser humano es mucho más complejo que un sistema físico.

[1] Life might be rare despite it’s early emergence on Earth: a Bayesian analysis of the probability of abiogenesis, Spiegel & Turner, 2011. http://goo.gl/C0td2

*Néstor Espinoza – Astrónomo (PUC), Candidato a Doctor en Astrofísica (PUC) e Investigador del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS) – @nespinozap