A 400 millones de años luz de distancia, en la constelación de Ofiuco (El cazador de serpientes), se encuentra una galaxia peculiar que tiene la forma de una mariposa al vuelo. Llamada NGC 6240, consiste en realidad en dos galaxias fusionadas más pequeñas. Mientras la mayoría de las galaxias en el Universo tienen un solo agujero negro supermasivo en su centro, observaciones con el telescopio Chandra de la NASA revelaron que aquí hay dos separados entre sí a 3.000 años luz de distancia. Y resulta que los dos gigantes derivan el uno hacia el otro en un baile alocado que terminará en un choque brutal dentro de algunas decenas o cientos de miles de años.

La investigación, dirigida por Francisco Müller-Sánchez, de la Universidad de California Boulder, revela que los gases expulsados por esos agujeros negros, en combinación con los expulsados por las estrellas en la galaxia, pueden haber comenzado a reducir la producción de nuestras estrellas en NGC 6240. El equipo también muestra cómo estos «vientos» han ayudado a crear la enorme nube de gas con forma de mariposa que la caracteriza.

«Hemos diseccionado la mariposa», dice Müller-Sánchez. «Esta es la primera galaxia en la que podemos ver tanto el viento de los dos agujeros negros supermasivos como la salida de gas de baja ionización de la formación estelar al mismo tiempo».

El equipo se centró en NGC 6240, en parte, porque las galaxias con dos agujeros negros supermasivos en sus centros son relativamente raras. Algunos expertos también sospechan que esos corazones gemelos han dado lugar a la apariencia inusual de la galaxia. A diferencia de la Vía Láctea, que forma un disco relativamente ordenado, las burbujas y los chorros de gas salen disparados de NGC 6240, extendiéndose más de 30.000 años luz en el espacio y asemejándose a una mariposa en vuelo. «Las galaxias con un único agujero negro supermasivo nunca muestran una estructura tan fenomenal», explica el investigador.

La lucha de dos fuerzas

En una investigación que se publica en la revista Nature, el equipo descubrió que dos fuerzas diferentes han dado lugar a la nebulosa. La esquina noroeste de la mariposa, por ejemplo, es el producto de vientos estelares, gases que las estrellas emiten a través de varios procesos. La esquina noreste, por otro lado, está dominada por un único cono de gas que fue expulsado por el par de agujeros negros, como resultado de que esas regiones del espacio engullen grandes cantidades de polvo y gas galáctico durante su fusión.

Esos dos vientos combinados desalojan aproximadamente 100 veces la masa de nuestro Sol en los gases de la galaxia cada año. «Es un número muy grande, comparable con la velocidad a la que la galaxia está creando estrellas», apunta Müller-Sánchez.

Una salida semejante puede tener grandes implicaciones para la propia galaxia. Cuando dos galaxias se fusionan, comienzan un estallido febril de nueva formación estelar. Sin embargo, el agujero negro y los vientos estelares pueden ralentizar ese proceso eliminando los gases que componen las estrellas jóvenes, muy parecido, explican los investigadores, a cómo una ráfaga de viento puede volar el montón de hojas que se acaba de rastrillar.

«NGC 6240 se encuentra en una fase única de su evolución», añade Julie Comerford, profesora en Boulder y coautora del nuevo estudio. «Está formando estrellas intensamente ahora, por lo que necesita el empujón extrafuerte de dos vientos para frenar esa formación de estrellas y evolucionar hacia una galaxia menos activa».

Fuente: abc.es

 

 

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