El pequeño exoplaneta descubierto se ubica a 210 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Lyra. Es el más pequeño de los exoplanetas encontrado hasta ahora y orbita una estrella parecida a nuestro Sol. Según los astrónomos su tamaño sería un poco mayor al de nuestra Luna y menor incluso que Mercurio, el planeta más pequeño de nuestro Sistema Solar. Fue descubierto gracias al Telescopio Espacial Kepler de la NASA y es tan pequeño, que los científicos que participan en este estudio lo definen como minúsculo y aseguran que el haberlo detectado ha sido todo un desafío. Su tamaño es un tercio que el de la Tierra. Hasta ahora no había sido posible detectar planetas más pequeños que los de nuestro Sistema Solar.

El pequeño planeta ha sido bautizado como Kepler-37b y forma parte del sistema planetario Kepler-37 que cuenta con, al menos, otros dos planetas. Kepler-37c tiene un tamaño un poco menor a Venus, mientras que Kepler-37d es el doble de grande de la Tierra. Los científicos también han calculado la duración de la órbita de los tres planetas: 13 días en el caso de Kepler37-b (el planeta más interior); la órbita de Kepler-37c dura 21 días mientras que la de Kepler-37d alrededor dura 40 días.

Aunque su estrella parece similar a nuestro Sol, se cree que el sistema planetario es bastante diferente al nuestro. Sus tres planetas orbitan su estrella a una distancia inferior a la que Mercurio lo hace del Sol, por lo que los astrónomos creen que se trata de mundos inhóspitos con temperaturas muy altas. De hecho, estiman que la superficie de Kepler-37b podría superar los 400ºC. También es muy probable que se trate de un planeta rocoso, sin atmósfera ni agua y creen que no alberga vida como la conocemos en la Tierra.

David Barrado, investigador del Centro de Astrobiología CAB señala que «la temperatura es tan alta que estaría estirilizada». En cuanto a su atmósfera, indica que tienen «evidencias indirectas, pero firmes. Dada la cercanía del planeta a la estrella, la cantidad de energía que recibe es tan alta que eliminaría cualquier atmósfera».

El hallazgo del pequeño Kepler-37b evidencia los grandes y rápidos avances de la astronomía en este campo ya que, hasta hace poco sólo eran capaces de detectar exoplanetas mucho más grandes. Respecto a la posibilidad de encontrar planetas todavía más pequeños que Kepler-37-b, los científicos afirman que «es posible que existan cuerpos más pequeños, aunque probablemente no deberían catalogarse como planetas, de manera análoga al Sistema Solar. Aquí hay cuerpos de pequeño tamaño como Ceres o Plutón, prácticamente esféricos, pero son denominados planetas enanos. Sus procesos de formación son distintos a los verdaderos planetas».

Por su parte, Jack Lissauer, científico del Centro de Investigación Ames de la NASA, afirma en un comunicado de la agencia espacial que «El hecho de que hayamos podido descubrir el minúsculo Kepler-37b sugiere que estos pequeños planetas son comunes, y que otras maravillas planetarias nos esperan a medida que sigamos acumulando y analizando más datos».

Fuente: Elmundo.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *