El Sistema Solar sigue la enorme masa del Sol a lo largo y ancho del espacio. Pero entre sus planetas, rodeados por una enorme piel de rocas y asteroides que se llama nube de Oort, resalta la amenazadora presencia de un enorme planeta gaseoso: Júpiter.

La semana pasada, astrofísicos de la Universidad de Toronto sugirieron que Júpiter pudo ser el responsable de la expulsión de otro planeta del Sistema Solar cuando la formación se estaba configurando, hace 4.000 millones de años. El hallazgo, publicado en la revista The Astrophysical Journal, refuerza la idea de que en el pasado hubo un quinto planeta gaseoso que fue desterrado por la fuerza de la gravedad.

«Nuestras pruebas apuntan a Júpiter», dijo Ryan Cloutier, el autor principal del estudio. Según añadió, lo que pudo ocurrir es que Júpiter se acercase tanto al otro planeta que lo acelerase hasta el punto de liberarse de la atracción gravitatoria del Sol. Los estudios anteriores ya habían propuesto esta hipótesis, pero no consideraron qué efectos habrían tenido estos encuentros sobre cuerpos menores, como lo son las lunas de los planetas gigantes.

El equipo de investigadores de Cloutier se fijó en estos objetos que surcaron el espacio hace 4.000 millones de años y desarrollaron modelos para simular sus trayectorias, a partir de la información obtenida en Calisto y Jápeto, dos lunas de Júpiter y Saturno, respectivamente. Después, analizaron qué tipo de fenómeno de expulsión de otro planeta podría haber generado sus órbitas.

«Descubrimos que Júpiter habría sido capaz de expulsar a un quinto planeta gaseoso y conservar una luna en la órbita de Calisto (como ocurre en la realidad)», explicó Cloutier. «Por otro lado, habría sido muy difícil que Saturno lo hubiera hecho porque Jápeto habría estado hoy en día en una órbita completamente distinta».

Fuente: ABC.es

 

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