La sonda Messenger de la NASA tomó nuevas mediciones que han revelado que Mercurio, que se considera un planeta muerto desde hace miles de millones de años, tuvo un pasado volcánico violento, así como el hecho de que agua en forma de hielo podría subsistir en sus polos, protegida por los rayos del Sol en el interior de profundos cráteres, donde estarían a salvo de las elevadas temperaturas que superan los 400ºC. La sonda ha enviado imágenes que muestran que estos depósitos están relacionados con cráteres en sombra permanente, lo que apoyaría la idea de que se trate de hielo. Sin embargo, estos hallazgos aún no son la prueba definitiva de que los depósitos sean de hielo de agua, ya que se han encontrado en algunos cráteres que son más calientes y que requerirían una capa de aislamiento. Por otra parte, el hecho de que este planeta haya tenido un pasado volcánico violento, produjo que los cráteres que están en la superficie se han inclinado debido a la actividad bajo la superficie.
Otro dato que llama la atención es que los científicos de la NASA ahora creen que la corteza y el manto que rodean el núcleo de Mercurio podrían ser tan delgados como la cáscara de una naranja, dispuestos en la parte superior de un núcleo de hierro. Respecto a su gravedad, se descubrió que es probable que el planeta tenga una estructura interior muy inusual, con un núcleo de hierro excepcionalmente grande cubierto por una capa sólida de sulfuro de hierro, una capa externa delgada de silicatos y una corteza.
Fuente e imagen: ABC.es