Era Halloween y el cielo parecía una bestia. El astrofotógrafo no sabía exactamente qué clase de bestia era (quizás puedes sugerir lo que a ti se te ocurre). Pero sí sabía exactamente la causa de la aterradora aparición: una de las mejores auroras de la memoria reciente. La espectacular aurora que muestra la imagen tenía un grado de detalle inusualmente alto. Los intensos colores verde y púrpura están provocados por el oxígeno y el hidrógeno de la alta atmósfera al reaccionar con un estallido de electrones que penetra. Los abedules de Tromsø (Noruega) forman un primer plano también terrorífico .

Crédito de la Imagen: Ole C. Salomonsen (Arctic Light Photo)

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