Una de las preguntas más frecuentes que recibimos, y en especial en esta época del año, es ¿cómo elegir un telescopio? ¿En qué debo fijarme, qué características debiese tener en cuenta?

1. Lo primero es decidir para qué tipo de observación lo vas a usar. Es decir, si quieres hacer observación terrestre (como paisajes distantes), para observación astronómica (Luna, planetas, objetos de cielo profundo como galaxias, nebulosas, cúmulos de estrellas, etc.), para ambos tipos de observación o quizás quieres hacer observación astronómica y astrofotografía. También es posible que estés buscando un telescopio para un niño.

Si tu respuesta es que quieres hacer observación terrestre, o quieres observación terrestre y astronómica, debes buscar un modelo de telescopio Refractor, ya que este tipo de diseño óptico no invierte la imagen, lo que te permitirá observar con comodidad.

Si lo que quieres es hacer observación astronómica, o astronómica y astrofotografía entonces es mejor optar por un modelo Reflector o Newtoniano, o también puedes elegir un modelo Catadióptrico. La ventaja de los modelos reflectores o newtonianos es que son más económicos que los Catadióptricos, por lo que puedes acceder a modelos con mayores diámetros de apertura.

Los modelos para niños suelen ser refractores o reflectores newtonianos. Lo importante es fijarse en que tenga un tamaño apto para que el niño pueda manipularlo sin mayor dificultad.

2. El segundo aspecto a considerar es una suerte de REGLA DE ORO, y consiste en comprar el telescopio de mayor diámetro que te permita tu presupuesto. El diámetro (o apertura) se refiere al ancho que tiene el tubo óptico del telescopio. Este se mide en milímetros y casi siempre es el número que aparece en el nombre del modelo del telescopio. La importancia del diámetro es que mientras más grande sea, el telescopio es capaz de captar más luz y eso se traduce en imágenes más nítidas, que es lo más importante en astronomía. Porque si quieres observar la Luna, por ejemplo, quieres verla con la mayor nitidez posible, no borrosa.

También es importante aclarar que los telescopios con menos de 114mm de diámetro, solamente son aptos para observar la Luna y los Planetas, ya que no tienen la capacidad de captar suficiente luz como para poder observar objetos de cielo profundo como nebulosas, galaxias, cúmulos, etc. (se define como «objetos de cielo profundo» aquellos que no podemos ver a simple vista, u ojo desnudo). Con diámetros desde 114mm de diámetro en adelante, ya puedes hacer todo tipo de observación astronómica y, además, astrofotografía.

Y si quieres hacer es astrofotografía, es imperativo que el telescopio tenga montura ecuatorial para luego poder ponerle un motor que te permita hacer el movimiento aparente de los astros. Y para poder adjuntar la cámara (la que debe ser reflex) al telescopio, deberás incoporar un T-Ring acorde a la marca de tu cámara y un T-Adapter.

Finalmente, ten en cuenta que todos los telescopios que se venden en tiendas especializadas son aptos para principiantes. Algunos requerirán un aprendizaje un poco más lento que otros, pero lo único que necesitas tener previamente, ¡son las ganas de observar el cielo y apasionarte con este entretenido hobby!

También puedes revisar los siguientes videos tutoriales, con los que te quedará muy claro la diferencia entre los tipos de telescopios y los tipos de monturas:

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